En informática, la impresión hace una representación persistente de gráficos o texto, generalmente en papel.
La primera impresora de computadora diseñada fue un aparato accionado mecánicamente por Charles Babbage para su máquina diferencial en el siglo XIX. La máquina diferencial es una calculadora mecánica automática que se inventó para producir tablas sin errores, lo cual era un proceso complicado de hacer a mano.
Sin embargo, la impresora que se diseñó para esta máquina no se fabricó hasta el año 2000.
La impresora se diseñó 150 años antes, pero Babbage nunca llegó a completar la máquina diferencial ni la impresora.
Fue completado en 2000 por el Museo de Ciencias de Londres y su impresora terminada imprime automáticamente los resultados de un cálculo realizado por el motor diferencial (también construido por el museo siguiendo los planos originales de Babbage).
La primera impresora electrónica fue la EP-101, creada por la empresa japonesa Epson en 1968. Era una impresora diminuta, de sólo 164 milímetros de ancho, 102 milímetros de alto y 135 milímetros de profundidad y con un peso de solo 2,5 kilogramos.
La impresora fue creada por Epson (Shinshu Seiki Co.) cuando trabajaban para Seiko Group, que se acababa de convertir en el cronómetro oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964 y necesitaba una máquina para imprimir los tiempos que recogían de sus relojes.
Las primeras imprentas comerciales utilizaron mecanismos de máquinas de escribir eléctricas y máquinas de teletipo.
Creció la demanda de sistemas de mayor velocidad específicamente para uso informático. La década de 1980 vio la introducción de la impresora láser de bajo costo en 1984 con la primera HP LaserJet.
Esto desencadenó una revolución conocida como autoedición.
Las impresoras láser mezclaban texto y gráficos, como las impresoras de matriz de puntos, pero con una calidad que anteriormente solo estaba disponible en los sistemas de composición tipográfica comerciales.
En 1990, la mayoría de las tareas de impresión, como los folletos, ahora se creaban en computadoras personales y luego se imprimían con láser, reemplazando los sistemas de impresión offset. La HP Deskjet de 1988 ofrecía las mismas ventajas que la impresora láser, pero producía resultados de menor calidad.
Los sistemas de inyección de tinta desplazaron rápidamente a las impresoras de matriz de puntos del mercado y, para la década de 2000, las impresoras de alta calidad habían caído por debajo del precio de 100 euros y se estaban volviendo comunes.
El correo electrónico pronto apareció en las décadas de 1990 y 2000 y reemplazó la necesidad de imprimir y mover documentos, y toda la amplia variedad de sistemas de almacenamiento en línea significaba que las copias de seguridad físicas tenían pocos beneficios.
Hoy en día, incluso las impresiones físicas para la lectura sin conexión han sido desplazadas en gran medida por lectores de libros electrónicos y tabletas.
Hoy en día, las impresoras no se utilizan mucho para documentos, pero resultan cruciales para fines más especializados, como la impresión de fotografías y obras de arte. Se podría decir que la impresión 3D es la siguiente etapa en el desarrollo de impresoras, que permite a las personas crear objetos físicos con el mismo tipo de técnica utilizada por las impresoras láser para producir un folleto.
Estas impresoras se encuentran en desarrollo temprano y aún no se han vuelto comunes.
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