Es habitual pagar la suscripción de Netflix, que permite la reproducción simultánea en dos o cuatro pantallas y permitir que otros tantos amigos o familiares la utilicen. La plataforma de streaming ahora lo impide técnicamente en varios países.
La plataforma de vídeo en streaming más grande del mundo acaba de dar el paso que se llevaba rumoreando desde hace tiempo. Netflix no quiere que las suscripciones se compartan con otras personas. O, al menos, que no convivan bajo el mismo techo.
Esta multinacional dispone de tres planes cuyas cuotas mensuales oscilan en función de la calidad en la que se emiten los contenidos y la cantidad de dispositivos en los que se pueden reproducir de forma simultánea:
- Básico. No ha variado su precio desde que Netflix desembarcó en España. Cuesta 7,99 euros al mes. Solo permite la emisión en una pantalla con calidad SD.
- Estándar. Si el contenido está disponible en calidad HD y el dispositivo lo permite, la señal se emite así. Es posible verlo en una o en dos pantallas a la vez. Sale por 12,99 euros cada mes.
- Premium. La calidad llega hasta Ultra HD y el número de reproducciones simultáneas es de hasta cuatro. En este caso la cuota es de 17,99 euros.
En la actualidad son muchos los suscriptores (aunque no existen cifras oficiales, es vox pópuli que es así) que comparten los planes Estándar y Premium con otras personas (amigos y familiares).
Sin embargo, Netflix señala que la posibilidad de reproducir en más de un aparato a la vez está para crear diferentes perfiles de usuarios que residen en un mismo domicilio, no para visualizarlo desde otras casas.
Netflix impide compartir la suscripción con otras personas en varios países:
El gigante del streaming ya está poniendo trabas en tres países de América del Sur: Chile, Perú y Colombia.
En estos tres mercados Netflix da la opción de añadir un miembro adicional si no reside bajo el mismo techo, pero con un sobrecoste mensual para cada perfil.